La iniciativa del Instituto de Ciencias Forenses (ICF) incluiría la instalación de 2,793 paneles fotovoltaicos, baterías de resguardo con capacidad de generar 3.9 megavatios y un generador de 1,200 kilovatios. >Archivo / EL VOCERO
La iniciativa del Instituto de Ciencias Forenses (ICF) incluiría la instalación de 2,793 paneles fotovoltaicos, baterías de resguardo con capacidad de generar 3.9 megavatios y un generador de 1,200 kilovatios. >Archivo / EL VOCERO
Archivo / EL VOCERO
Manuel Laboy (centro) y María Conte hicieron el anuncio ayer en una conferencia de prensa. >Suministrada >
El Instituto de Ciencias Forenses (ICF) se encamina a tener una microred de energía renovable que pudiera garantizar la continuidad de los servicios en caso de una emergencia o catástrofe.
La doctora María Conte, directora del ICF, dijo que la Agencia federal para el Manejo de Emergencias (FEMA) aprobó $260 mil para completar la primera fase de estudios de ingeniería, arquitectura e impacto ambiental del proyecto.
La agencia tiene un año para completar esa etapa y posteriormente debe someter el diseño para una nueva aprobación de FEMA.
Se estima que la iniciativa tendrá una inversión total de $7.3 millones de fondos del Programa de Mitigación de FEMA e incluiría la instalación de 2,793 paneles fotovoltaicos, baterías de resguardo con capacidad de generar 3.9 megavatios y un generador de 1,200 kilovatios.
El proyecto podría extenderse entre dos y tres años antes de entrar en funciones.
La directora destacó que debido a la función que ejercen, que incluye la preservación de cadáveres, toma y almacenamiento de muestras de toxicología y otra evidencia, se considera que las operaciones son “críticas”, por lo que se hace esencial que las mantengan en las condiciones adecuadas.
“El instituto necesita garantizar que operara de manera continua, aún en las más adversas circunstancias ambientales. Todos recordamos el huracán María. En ese momento el instituto tenía dos generadores, pero hubo escasez de diésel para reabastecerlos”, relató Conte en rueda de prensa.
Según contó, en aquel momento la inversión ascendía a $40 mil dólares “cada dos o tres días” en combustible solamente. No obstante, hubo problemas para el reabastecimiento en un momento en que muchas agencias, empresas y negocios dependían del mismo combustible.
“Con este proyecto de placas solares salvaremos y garantizamos la operación continua de la agencia”, sostuvo.
Manuel Laboy, director ejecutivo de la Oficina Central de Recuperación, Reconstrucción y Resiliencia (COR3, por sus siglas en inglés), apuntó a que el proyecto “le va a dar una resiliencia energética importantísima” a la operación del ICF, a la vez que se suma a los esfuerzos de lograr que Puerto Rico genere el 100% de su energía mediante fuentes renovables.
Kimberly Rosado, de FEMA, indicó que la agencia conoce que el ICF maneja equipos sofisticados y catalogó el proyecto como uno “vital” para que estos puedan funcionar aún con interrupciones eléctricas.
Además, el ICF completó la primera fase de los proyectos de mejoras permanentes con fondos de FEMA que consistieron en el sellado de los techos, pintura exterior y reparación de verjas. Actualmente, están en la segunda etapa de los proyectos que incluirán remodelación del vestíbulo, remplazo de los baños, y sellado de ventanas, entre otros trabajo.
La tercera y última fase de la reconstrucción es para trabajos en el área del sótano. En total, la agencia tiene asignados $17.9 millones para estas obras, se informó.
Laboy señaló que el ICF no pudo comenzar antes sus proyectos debido a “escollos” con la reclamación al seguro, que impedía que FEMA pudiese asignar fondos complementarios.
“Logramos que se resolviera el asunto del seguro hace poco más de un año y eso permitió que se pudiera ajustar la obligación del proyecto y permite adelantar las distintas fases de las reparaciones que se tienen que realizar”, expresó.
En lo que todos estos proyectos culminan, la agencia cuenta con dos generadores que energizan todo el edificio.
Conte reconoció que el ICF no está exento de los problemas constantes de interrupciones en el servicio de energía, pero que esos generadores prenden de forma automática cuando se va la luz, por lo que no se afectan las funciones
Asimismo, la doctora aseguró que la agencia está preparada en caso de una emergencia
“Si nos quedáramos sin luz, esos dos generadores podrían cubrir todo el edificio y toda la operación. Si ocurriera una catástrofe, que no quisiéramos pensarlo, de una gran magnitud, que ocurrieran muchas fatalidades, contamos con siete unidades refrigeradas móviles, cada una con 48 anaqueles para albergar cuerpos de manera digna y científicamente correcta con las temperaturas adecuadas. Esas unidades se distribuirían de manera estratégica según donde ocurriera la situación. También mantenemos la mitad de nuestros espacios refrigerados dentro del edificio libres para estar preparados por cualquier eventualidad”, expresó.
Los dos equipos de CT-Scan post mortem permiten hacer múltiples autopsias en corto tiempo, hasta 20 o 30 diarias, estimó.
Del mismo modo, tiene contratos con profesionales del campo forense que pueden interpretar los resultados de pruebas sin estar físicamente en la Isla.
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