Seúl, Corea del Sur — En el emocionante mundo de los vehículos eléctricos de alto rendimiento, el Hyundai Ioniq 5 N se destaca como una obra maestra. Fusiona una potencia excepcional con un diseño deportivo que lo hace digno tanto de la pista como de la carretera. Este automóvil encarna la visión de Hyundai de un futuro donde la velocidad y la sostenibilidad convergen en armonía, y lo mejor de todo, lo pusimos a prueba en ambos escenarios.
En una aventura poco usual, viajamos al otro lado del mundo, a Seúl precisamente, para corroborar los rumores que sugerían que algo se tramaba el ingeniero y diseñador de autos Albert Biermann, junto a un grupo talentoso de jóvenes del equipo de la división de rendimiento N de la marca coreana.
Ya conocíamos el galardonado modelo Ioniq 5, ganador de premios indiscutibles como “Auto del Año” por prestigiosas revistas estadounidenses, pero conocer un modelo de rendimiento 100% eléctrico para pista, fue suficiente para recorrer 8,477 millas y confirmar que este nuevo juguete sí existe.
Hyundai ha traído a Corea a Biermann, creador de modelos de la división M de alto calibre de BMW, con una misión: llevar el rendimiento de los modelos N al siguiente nivel. El Ioniq 5 N es uno de los ejemplos. Pudimos vivir la experiencia en persona, y a simple vista, el exterior ya muestra una parte frontal más agresiva, combinada con cortes y alerones que claramente marcan que estamos ante un modelo N. En el exterior, no hay lujos excesivos del modelo original, pero aquel que sabe de rendimiento lo notará a simple vista: 2 pulgadas más ancho, un poco más bajo, combinaciones de colores en detalles de los costados y el emblema N en la parrilla, frenos y laterales.
En el interior, está lleno de pequeños detalles que marcan un trabajo más cuidadoso. Biermann nos lo advirtió en una conferencia de prensa, donde habló sobre el proyecto y cómo quería que los conductores se relacionaran con el auto. “Esto no es sencillo; estudiamos todo lo necesario para que fuera lo suficientemente completo y divertido también. Queremos lograr esa conexión única entre piloto y auto que pueda llevar la experiencia de conducir el modelo N al siguiente nivel”, comentó Biermann con una sonrisa, justo antes de que nos acompañara a la pista de circuito de Corea, donde cerró con la línea “no hablemos más de autos, vamos a conducirlos y disfrutar de ellos”.
Seguido, lo que nos esperaba eran siete vueltas a la pista de manejo, acompañados por un instructor como copiloto para asegurar la combinación perfecta de rendimiento. Lo primero que nos llamó la atención fue la cantidad de elementos elaborados de “alto rendimiento” que tiene este modelo. Goza de 640 caballos de fuerza, divididos en dos motores eléctricos, con un engranaje para llevar la potencia a sus cuatro gomas de manera independiente. Puede llegar a marcar de 0-60 en 3.2 seg, que no está nada mal, y discos con caliper modelo N que no envidian nada a los famosos frenos Brembo. También cuenta con butacas N, que agarran tan fuerte como las famosas Recaro, y un guía deportivo que no tiene nada que envidiar al del 911 GT3 RS. Nos sorprendió el diseño del guía con un poco de ADN alemán. Los “Cluster” o relojería, a simple vista, se ven bien modernos, hasta que los cambias de modo de manejo a Sport o Sport N. A partir de ese momento empieza el viaje de emociones, del que fuimos advertidos, pero nada como sentirlo en persona.
La letra N representa los lugares que son cruciales para el desarrollo y perfeccionamiento de la gama N de la marca: Namyang y Nürburgring, y gozan del respeto de muchos seguidores de autos de alto desempeño. Así está marcado en la pantalla central, que al activar el modo de manejo N+, se convierte en un panel que incluye todo lo necesario para jugar con la programación del auto. Igual a como lo haces en un videojuego, como Forza o Gran Turismo, solo que en la vida real. Ajustas suspensión, rigidez de guía, tracción en las ruedas, infinitas combinaciones, pero nosotros lo que queríamos era manejar. Así que nos dejamos llevar por los “preset”, y a la primera vuelta, simplemente ¡boom!, nos voló la cabeza. “Olvídate de tocar botones, vamos a correr”, fueron mis palabras al instructor cuando me dijo que si quería entrar a los pits después de la primera vuelta en la pista.
Representando a la revista ZONA, obtuvimos varias certificaciones de piloto, pero nunca había puesto a prueba un eléctrico de alto calibre en una pista tan buena como esta. La realidad es que el Ioniq se adhiere al piso tan agresivo como lo describe su creador, y la capacidad de virar en curvas pequeñas lo hace perfecto. Está complementada con P-Zero, una goma de buena pegada, pero la aceleración es bien marcada y en poco tiempo. Nos advirtieron también que se reforzaron el chasis y los puntos del motor para evitar pérdida de potencia y la realidad es que, si perdieran un poco de potencia, no lo vas a sentir porque tiene arranque de sobra, y complementada con sus frenos, que trabajan perfecto, permite disfrutar al máximo la experiencia de pista.
La segunda vuelta: elevando la diversión a nuevas alturas
En la segunda vuelta, elevamos el nivel de rendimiento activando lo que podría ser la cúspide de la diversión: el simulador de sonido y la transmisión dual clutch.
Después de eso, solo puedo recordar la sonrisa de Biermann cuando me miró a los ojos y me preguntó, “¿estás listo para esto?”. El paddle shifter te hace sentir la sensación bien marcada de ocho cambios, acelerando o usando la transmisión para frenar. Aunque parece increíble, lo hace tan perfecto como un auto de combustión. Comparada con otras pistas que he manejado, esta tiene buenas curvas, y algunas de ellas, bastante cerradas. El panel central te ofrece asistencia con shifter sign, y es un juego entre segunda y tercera entre curvas; en algunas ocasiones tocabas cuarta, pero el brinquito entre cambios lo hace perfecto.
Sin olvidar, que esto está complementado con un sistema de sonido que te hace vivir la película. Sientes que el down pipe va a explotar en cada acelerada; suena tan real el sistema complementario de sonido que no envidia a ninguna tubería de 3 pulgadas, de cerámica, o hasta una de la famosa marca GReddy.
El sonido de un motor bien modificado Honda H22 o B18 es similar a uno de los modos de manejo. Tanto así que puedes llegar a escuchar algún tipo de resonador haciendo explosiones, igual al de un 911 GT3 RS en su modo alborotado, pero estando claros que el Ioniq 5 N no tiene escape ni resonadores. Todo es un simulador, pero de muy buen gusto. Cada detalle me recordaba las diferentes sonrisas que ponían cada uno de los miembros del equipo N durante la conferencia de prensa cuando nos hablaron del sinnúmero de programaciones que tiene el auto.
Este modelo puede llegar a Puerto Rico a finales de 2024. Va a cambiar muchas perspectivas de los autos eléctricos, especialmente cuando al toque de un botón te transformas en un McLaren de Fórmula 1, y desactivándolo vuelves al auto pasivo de uso diario. Ya en los últimos “laps” de la prueba de manejo en pista, me dieron mano libre para elegir el modo de manejo que quería probar, y volví al de la segunda vuelta: cambios y simulador de sonido. Mi sonrisa en esas últimas vueltas fue tan buena como cuando tenía unos años menos y me encantaba correr los miércoles de autos calle en la pista de Salinas, especialmente en la última curva antes de la recta donde puse a prueba un feature que tiene el auto de power shot que simula un tiro de nitro, aplicando unos 40 hp más por 10 segundo, sensación que complementó el cierre de esa fantástica vuelta.
En una última prueba en las afueras de la pista, probamos varias programaciones, poner la tracción al frente o a la parte trasera, y jugamos con la programación drifting. Tienes varias con los paddle shifters, un poco más complicada, pero nos encantó la básica, donde llevas el auto a unas 40 mph, le haces sobreviraje y el mismo te asiste para seguir haciendo drifting perfecto. Con tanta potencia al momento, es fácil hacerte un spinning, pero te asiste con un metro en el nivel del freno y en la acelerada. Pero si quieres quemar gomas, con solo presionar un botón, no necesitas hacer muchos más para sacar mucho humo a tus curvas. Con unas Pirelli P Zero no es tan rentable, pero si te quieres divertir, la opción está ahí. Esto fue otra sonrisa más en el día.
Pudimos manejar el auto N en la carretera de la ciudad con el fin de comparar su desempeño. Dimos un viaje largo al sur de Seúl, manejando más de 3 a 4 horas. Su rendimiento de batería es tan bueno como el Ioniq 5 y este tiene un modo de manejo de conservar carga que promete más confiabilidad. Sigue siendo un auto de 4 puertas, cómodo, con un buen espacio para la familia. En modo normal, maneja muy suave en la carretera. Biermann junto a su equipo se aseguró de tener lo mejor de dos mundos: un auto de pista y un auto de uso diario para pasear con la familia o llevar a los niños a la escuela. También ayudó a esos papás que se levantan tarde un día de la semana cotidiano, ya que al toque de un botón de seguro los niños llegarán puntuales a la escuela, claro, enderezando curvas a lo ‘Fast and Furious’ y de una manera ecoamigable.