Abril se conoce como el Mes de la Prevención y Control del Cáncer, y en Puerto Rico se aprovecha la conmemoración para urgir a las personas a visitar al médico primario y realizar con tiempo las distintas pruebas especializadas en la detección de cáncer. Esta es la forma más eficaz de reducir el riesgo de desarrollar cáncer o detectar la malignidad en etapa temprana, y determinar el tratamiento adecuado a seguir.
Algunos factores de riesgo que pueden predisponer al desarrollo de cáncer se relacionan con la edad, las hormonas, la inflamación crónica o la inmunosupresión, y al estilo de vida, más específicamente al consumo de tabaco y alcohol, alimentación inadecuada y obesidad.
El cáncer de colon o colorrectal es uno que se relaciona directamente con el estilo de vida. Según la gastroenteróloga Verushka Ballester, también mantener un estilo de vida sedentario y una alimentación alta en grasas saturadas y grasa animal y baja en antioxidantes de frutas y vegetales, pueden predisponer al desarrollo de este tipo de cáncer.
A pesar de ser prevenible, el cáncer colorrectal representa la principal causa de muerte por cáncer en hombres y la segunda causa de muerte por cáncer en mujeres menores de 55 años, en Puerto Rico. Suele comenzar como un crecimiento llamado pólipo, en el revestimiento del intestino grueso.
“Es importante que todos conozcan de la enfermedad y su riesgo de padecerla, especialmente conocer si cuenta con historial familiar, porque partiendo de esto se personalizan las recomendaciones de cernimiento y vigilancia”, indicó Ballester.
En 2017, la Sociedad Americana del Cáncer recomendó que la edad para comenzar el seguimiento en individuos de riesgo promedio —entiéndase quienes no cuentan con historial familiar y tampoco predisposición genética — debe ser 55 años. En cambio, aquellos con algún factor de riesgo, pueden ser referidos a la evaluación genética y otras más específicas, incluyendo la prueba de detección como la colonoscopía, según sea el caso.
Esta recomendación es apoyada por entidades como la Asociación Americana de Gastroenterología, el Colegio Americano de Gastroenterología y el Grupo Colaborativo de las Américas sobre Cáncer Colorrectal Heredado, para individuos con historial familiar de cáncer en familiares de primer grado.
“Esto es porque a este grupo se recomienda comenzar el seguimiento a los 40 años de edad o 10 años antes de que su familiar fue diagnosticado”, explicó Ballester.
Los síntomas que alertan sobre el padecimiento de cáncer colorrectal son cambio persistente en los hábitos intestinales (diarrea o estreñimiento), o en la consistencia de las heces, sangrado rectal o sangre en las heces, molestia abdominal persistente, (calambres, gases o dolor), sensación de que el intestino no se vacía por completo, debilidad o fatiga y pérdida de peso sin causa aparente.
“Los síntomas no se presentan hasta que el paciente tiene alguna lesión cancerosa. Con pólipos, usualmente los pacientes no tienen ningún síntoma. Y por eso es tan importante la detección temprana, porque se pueden remover los pólipos a tiempo y evitar que estos progresen a cáncer y que entonces el manejo sea mucho más complicado. Incluyendo intervenciones quirúrgicas”, indicó la gastroenteróloga con subespecialidad en cáncer gastrointestinal y genética asociada a cáncer gastrointestinal.
Ballester, quien es miembro de la Junta de la Coalición de Cáncer Colorrectal de Puerto Rico y de la Junta de la Asociación Puertorriqueña de Gastroenterólogo (APG), explicó que una tendencia que se está viendo es el diagnóstico en adultos menores de 45 años, sin historial familiar.
Existen variedad de herramientas o pruebas invasivas y no invasivas. La principal es la colonoscopía, que es una prueba diagnóstica y un estudio invasivo que examina todo el colon y si se encuentra o se visualiza alguna lesión, se puede remover durante el mismo procedimiento.
Otra forma de evaluación médica es la sigmoidoscopía, similar a la colonoscopia, pero más corta, en la que se evalúa el recto y el sigmoide, que es la parte más distal del colon.
“Dentro de las modalidades no invasivas, está la colonoscopía virtual, un innovador estudio donde se hace una reconstrucción tridimensional del colon por medio de imágenes. Esto es diagnóstico, porque si se encontrara alguna lesión, hay que proceder con una colonoscopía para hacer manejo terapéutico. Se encuentra también la prueba de inmunoquímica fecal (FIT, en inglés)”, señaló.
“En ciertos pacientes estas otras pruebas resultan ser una buena alternativa. No obstante, la colonoscopía tradicional continúa siendo la herramienta diagnóstica por excelencia. Porque si alguna de las opciones arroja un resultado positivo, será necesario hacer una colonoscopia y confirmar el diagnóstico”, destacó Ballester.
La gastroenteróloga enfatizó que lo más importante es educarse sobre la condición y cómo prevenirla, así como conocer el cuerpo para reconocer cuando algo no anda bien y conversarlo con el médico.
Otro órgano que se enferma de cáncer por el estilo de vida es el hígado, generalmente, en personas que consumen alcohol. También, el pulmón, que se ha asociado al cigarrillo. Asimismo, el medioambiente también contribuye al desarrollo de cáncer, especialmente tras la exposición a químicos que predisponen al desarrollo de tumores sólidos y malignidades hematológicas como la leucemia.
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